17 ago 2015

¿Quiénes forman tu círculo?




Cada vez lo tengo más claro. Y lo compruebo fehacientemente a diario con las personas que tengo la oportunidad de conocer en la formación y en las sesiones de coaching.  Y estoy tan convencido  de ello que es casi de las pocas certezas que tengo en este mundo: la felicidad está directamente relacionada con la calidad de tus relaciones sociales.

Dicho así, parece una obviedad, pero  mi experiencia me dice que solemos pasar por alto esta “perogrullada”, o cuanto menos no hacerle el caso que se merece.
Daniel Gilbert en uno de sus famosos estudios sobre el sentimiento de felicidad lo afirmaba sin ningún género de dudas: Si tuviéramos que reducir a una palabra la mayor causa de la felicidad sería la palabra "SOCIAL".

Siempre he tenido curiosidad  por observar los factores que nos generan sentimientos de felicidad y de infelicidad. Como muestra he tomado mi entorno más inmediato, mis círculos sociales, mis amistades y las personas que participan en alguna formación que imparto o en algún proceso de coaching, con quienes tengo la suerte de interaccionar a un nivel profundo de conversación. Por supuesto, no es una muestra científica ni ausente de fallos de estimación, pero es una muestra al fin y al cabo. Y lo que es más importante,  basada en la experiencia real.

Si pienso  ahora mismo en diez personas del entorno anteriormente citado que verbalizan ser felices  (y que a priori a todos nos diera la impresión de serlo) pudiera encontrar en ellos los siguientes puntos comunes:

-          Relaciones sociales satisfactorias con los miembros de su círculo familiar más directo: una relación plena con la pareja, hijos, padres y hermanos y familiares más directos.

-       Presencia de amistades (“de las de verdad”)  y de personas significativas en su vida: tal vez el secreto aquí no se trate de tener una amplia lista de amigos sino de la calidad de las relaciones: se trata de esos amigos de verdad y de la existencia de personas que sin llegar a ser amistades como tal pueden ser puntos de apoyo importantes (compañeros de trabajo, por ejemplo.)

-          Proactividad para dedicar tiempo a “lo social”: planifican y cuidan el tiempo que dedican a las actividades sociales que les permiten estar en contacto con las personas significativas. Logran evitar la trampa de organizar la vida en torno a su trabajo y de dedicar al resto de su vida (sea el ámbito social o no) el tiempo que “sobra” después de trabajar.

Lo contrario, también se suele dar. Es complicado, cuanto menos muy difícil sentirte feliz si  sientes que tienes carencias  importantes en el área de las relaciones sociales. Y es justo ahí,  cuando sobreviene una de nuestras emociones más temidas, la soledad.  Pero no me refiero esa soledad que buscas a veces para concentrarte en ti,  para sentirte libre, e independiente. No. Me refiero a esa soledad que tienes a tu pesar, esa soledad que sientes y que tratas de evitar.  El miedo a sentirte solo/a y sin apoyos emocionales, sin referentes o personas con las que contar o apoyarte. El miedo a comprobar que efectivamente estás solo/a.

Por eso me atrevo a recomendar (siento que es un atrevimiento) a cuidar en tu vida la presencia de ese círculo. Tampoco te confundas y  no lo hagas a toda costa tratando de “retener” a las personas.  En la vida entrarán y saldrán personas de tu círculo emocional más directo. Y es tan importante tener a personas significativas ahí como que el hecho de que quieran estar realmente ahí. No puedes forzar a nadie a quedarse en tu vida.

Obviamente, cuidar el tejido social debe tener algún origen en el tiempo que fuera adaptativo, los animales se agrupan en manadas para poder sobrevivir, las personas en comunidades para tener una red de recursos y servicios que nos respalden y hagan la vida más fácil. Todos nos necesitamos de los demás.

Necesitamos de los demás. Como rezaba la frase, “Compartida, la vida es más”. El área social tiene efectos multiplicativos sobre la felicidad y los datos muestran que es la base de la misma. Dedica tiempo a las personas importantes en tu vida.


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1 comentarios:

Gabriela Da Silva dijo... at 13:29

Hola David! tienes razón cuándo dices que solemos pasar por alto la importancia de las relaciones sociales, y aún más de la importancia de cultivarlas. Hoy día incluso se dice que para una persona es más importante el "capital social" o dicho de otra manera, toda la red que conformas a medida que te vas interrelacionando con las personas, que el "capital financiero" que puedas tener.

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