Esta es sin duda una de mis imágenes favoritas para
abordar el apartado de las creencias. Refleja a la perfección el fanatismo (y
no quiero referirme refiero sólo al religioso) de considerar que estamos en posesión
de la verdad. Y que no sólo existe la verdad, sino que además esta verdad es
ÚNICA, y que por supuesto, está de nuestro lado. Entonces jugamos al doble
juego de la falsa empatía y comprensión hacia los demás. Alardeamos de ser “demócratas”
y entender que todo el mundo tiene su parte de razón y que la realidad objetiva
no existe y bla bla bla. Y al final concluimos (¡¡¡ y no nos lo creemos ni
nosotros mismos!!) que la realidad es subjetiva y que cada persona tiene su
mapa del mundo. Y mientras lo decimos en el fondo mascullamos “por lo bajini” pero
mi mapa es mejor que el de los demás.
Lo reconozco, temo a la gente que cree estar en posesión
de la verdad. De ahí al fanatismo solo hay un paso, o tal vez ya lo sea.
