Este fin de semana he encontrado un ejemplo claro sobre la pérdida de credibilidad. Siempre he pensado que la credibilidad es algo así como la virginidad, que cuando se pierde ya no se puede o es muy difícil recuperar. Y algo así parece haber pasado con el Canal Historia.
Lo he seguido desde hace años y considero que era un canal brillante, informativo, riguroso y didáctico. La cobertura que ha hecho sobre los episodios bélicos, los monográficos sobre las pirámides de Egipto, la Antigüedad y la historia espacial entre otros miles de temas me parece algo espectacular.
Pero de un tiempo esta parte, no sé la razón, aunque intuyo que es comercial ha derivado a temáticas extrañas y carentes de rigor. Se ha empeñado en hablar sobre historias de alienígeneas sin ningún tipo de pudor, dando la sensación en ocasiones de querer dar credibilidad a un sinfín de teorías conspiratorias. Con todo el dolor de mi corazón lo he dejado de ver. A veces, en un intento de autoengaño pongo el canal, pero al ver a un iluminado asegurar tajantemente que fueron los primeros pobladores de la Tierra me da un bajón tremendo y pincho enseguida Teledeporte, Mega o la Sexta. Cualquier día, me temo, en el Canal Historia saldrán las mamachichos.
Señores del Canal Historia, ¡por favor!, si leen esto, aparquen un tiempo los marcianitos.
