Con motivo de la primera edición de Espacio Desafío realicé una encuesta sobre la que pivotaría mi intervención “Lo secretos de la automotivación”. En ella plantee las siguientes cuatro preguntas:
¿Te
suelen dar ganas de cantar durante la jornada laboral?
Esta pregunta trata de hacer una primera indagación
sobre el estado emocional afectivo mientras trabajas, en concreto si es
especialmente positivo. Dice el refrán popular “El que canta su mal espanta”.
El proceso es cíclico, si cantas te animas y entonces, una vez animado, tienes
más ganas de cantar. Es muy dfíícil , por no decir prácticamente imposible que
en un entorno laboral que no nos agrada y en un estado de desmotivación manifestó
tengamos ganas de cantar.
¿Sueles
mirar el reloj conforme se acerca la salida del trabajo?
Uno de los fenómenos más constatados en
los estados motivacionales destacados en un desempeño laboral es la concentración
total en la actividad, en el que estamos absortos en lo que hacemos. En un
momento determinado, llegamos a pensar que estamos ahí y no queremos estar en
otro lugar, estamos totalmente identificados con lo que hacemos. En ese momento
perdemos la noción incluso del tiempo y no estamos pendiente de la hora en la
que tenemos que salir.
Por otro lado, cuando estamos desmotivados
percibimos que el tiempo pasa más lento. No vemos la hora de irnos y miramos
constantemente el reloj.
¿Te
desanimas cada domingo cuando recuerdas que el lunes vas a trabajar?
El momento “bajón” que se experimenta el
día de descanso es indicativo del grado de desafecto que tenemos respecto a
nuestro trabajo.
¿De
0 (nada) a 10 (totalmente cómo te sientes de motivado en tu trabajo?
Se trata de obtener un indicador subjetivo
por cada participante del grado de motivación que cada uno tiene en su trabajo.
Las pregutnas fueron remitidas a mi base
de datos y obtuve una respuesta de 143 personas. Durante el procesamiento de
las encuestas me vino una idea a la cabeza.
Conocía en gran medida el estado laboral y profesional de cada miembro y me
resultaría fácil asignara una variable al análisis: si son empleados por cuenta
ajena o por cuenta propia. Se me ocurrio entonces desglosar los datos en
función de esta información. Los resultados resultaron especialmente
llamativos.
¿Te
suelen dar ganas de cantar durante la jornada laboral?
Respecto a las personas que trabajan por cuenta ajena no
se apreciaron prácticamente diferencias. En el caso de los autonomos la
diferencia fue importante. El 78 por ciento suele tener ganas de cantar.
¿Sueles mirar el reloj conforme se
acerca la salida del trabajo?
En el caso de las personas por
cuenta ajena aquí la diferencia si era importante. El 55 por ciento suele mirar
el reloj. En el caso de las personas que trabajan por cuenta propia sale un
marcado “No” con el 66 por ciento.
¿Te desanimas cada domingo
cuando recuerdas que el lunes vas a trabajar?
Ante esta pregunta los
empleados por cuenta ajena se decantaron mayoritariamente (53 por ciento) hacia
el NO. En el caso de los autónomos la diferencia es muy marcada, alcanzando el
No un 92%.
¿De
0 (nada) a 10 (totalmente) cómo te sientes de motivado en tu trabajo?
Se
detecta una notable diferencia en el grado de motivación que verbalizan experimentar
las personas que trabajan por cuenta
propia (8.2) frente a las personas que trabajan por cuenta ajena (5.3).
Sin ánimo de ser categórico y con todas
las reservas que su puede tener frente a estos resultados parece inferirse que
en general las personas que trabajan por su cuenta presentan diferentes
indicadores que nos hacen pensar que tienen un mayor nivel de motivación que
los empleados por cuenta ajena.