El 4 de septiembre de 1957 Dorothy Counts, una joven de 15 años de edad se armó de valor para ir a una escuela tradicionalmente "para blancos" en Carolina del Norte en Estados Unidos. Los estudiantes se habían organizados para hacer de su trayecto de su casa hasta la Universidad todo un calvario.
Todo eran burlas, desprecios y humillaciones hacia ella.
Algunos días después y ante la imposibilidad de la policía de garantizar su seguridad sus padres decidieron quitarla del colegio y enviarla a estudiar esta vez con mejor suerte a Philadelphia.
De esto han pasado apenas 62 años, que en la historia de la Humanidad es apenas un parpadeo, muy poco tiempo.
Esta barbarie tiene que desaparecer de la faz de la tierra cuanto antes.
Esta barbarie tiene que desaparecer de la faz de la tierra cuanto antes.