Ayer fue un día tremendamente emotivo. Ayer, a las 12 de la mañana me casé con Aranxa. Sí, has leído bien, no es una errata, me casé. Yo, que nunca paraba de decir "No me caso" estaba ayer feliz, muy feliz en el Ayuntamiento de Fasnia para casarme con Aranxa.
Hoy, después de tres años y medio somos formalmente una familia y aunque nada va a cambiar siento que he dado un paso importante. Ahora, también nos queremos frente a la ley.
Creo que tengo una suerte infinita, he tenido la fortuna inmensa de casarme con la persona que amo. Y de paso, que también es muchísima suerte, he podido elegir a la persona que nos casa, a Germán García Delgado. Sólo puedo decir dos palabras ¡Toma ya!
Gracias a las personas que estuvieron con nosotros en la celebración. Como saben quisimos hacer algo sencillo y en la intimidad.
Y sobre todo, gracias, muchas gracias a las personas que nos dieron sus felicitaciones por las redes sociales.
Comenzamos una nueva etapa en la vida, y espero que siga siendo tan feliz como la recorrida hasta ahora.
Y ojalá, desde dondequiera que esté, mi madre nos haya visto, porque ayer me acordé todo el día de ella.