Aquí empezó todo. Fue en el año 2012 en un banco de la iglesia de la Cruz del Señor. Después de habernos conocido en un curso (¡bendito curso!) coincidimos en la calle y nos sentamos a hablar celebrando que éramos vecinos y no nos habíamos dado cuenta. "Técnicamente", el amor nació aquí, en este mismo banco donde hoy hemos sentado a Camila.
Aquella conversación no tuvo desperdicio. Le contaba que no quería tener hijos, ni casarme, ni tener hipoteca. Seis años después solo mantengo lo de no tener hipoteca. Así son las cosas a veces.