Reconozco que me gusta madrugar (o lo que es lo mismo, reconozco que puede que sea tonto). Me encanta, después de un sueño reparador, ir a comprar el pan con los perros y planificar qué haré ese día. En especial ,me gusta levantarme temprano los domingos (me remito al paréntesis anterior, puede que sea tonto). Esta mañana me he hecho el "autoregalo" de la congruencia en ayunas. Creo que si empiezas el día de manera congruente es más fácil que lo termines bien, al menos no tendrás remordimientos de conciencia. Además, en un mundo con tantas presiones laborales y tantos intereses la posibilidad de de hacer las cosas a tu criterio (my way), no tiene precio. Por eso, entre otras cosas me he hecho autónomo. Pues bien, a lo que iba hoy he decidido dar un paso pequeño para el Kiosquero, pero grande para mí: he dejado de comprar el periódico EL DÍA. Eso no querrá decir que no lo lea en alguna cafetería, en el Tea, en la casa de la cultura, etc.. pero he decidido que no lo compraré más. ¿El motivo? Llevo meditando un tiempo en la decisión y la responsabilidad (no me gusta decir "culpa") la tiene la Editorial, a menudo en la contraportada. Desde hace varios meses la leo con muchísima atención (esto confirma aún mas lo del paréntesis) y creo que "ya me la sé". Seguirá siendo la misma mañana, pasado mañana, el jueves, el domingo, y el año que viene. Por un lado hablará de Paulino Rivero y Ángela Mena (como el anticristo), que Canarias es una nación soberana, y que por supuesto... no se te ocurra decir "Gran Canaria", déjalo en "Canaria" a secas.
Hoy he ejercido mi derecho soberano a elegir lo que quiero leer. Y lo he ejercido desde un estado de ayunas, lo que tiene más mérito porque a veces en ayuna no soy persona. He dejado en su estante de la tienda 24 horas el Día y he comprado el Diario de Avisos. Mañana compraré La Opinión y así tendré una visión más plural (que no más objetiva) de lo que está pasando en el mundo.
He llegado a casa y he desayunado mientras leía el periódico medio bocadillo de queso blanco, un café con leche.... Al acabar un vaso de agua fresca par celebrar el inicio de un día congruente. Me he quedado más a gusto que un arbusto.
