Podemos definir la autoestima como la percepción o la
valoración que hacemos de nosotros mismos. En primer lugar hay que entender que
como juicio que es, se corresponde con un elemento o factor de nuestra propia
subjetividad. Yo mismo decido la forma en que me percibo y me valoro. Por
tanto, debemos ser conscientes de que no
hay ningún indicador objetivo y verídico de mi “valía como persona” sino que es
cada uno en base a sus creencias,
opiniones y experiencias quien establece esa valoración. Y esa puede ser la
buena y fantástica noticia: la autoestima es una percepción que depende de
mí.
Es frecuente encontrar a personas que manifiestan una baja o
muy baja autoestima. El mecanismo explicativo puede encontrarse en diferentes
factores: tendencia a ser demasiados críticos y exigentes con nosotros mismos, el
mal hábito de compararnos con los demás ( idealizando las características de
los demás y detestando o rechazando las
nuestras), creencias limitantes en relación a nuestras cualidades o
habilidades, experiencias que nos han marcado y dejado huella, etc.
Los efectos de una baja autoestima son dañinos para nuestra
calidad de vida y nuestra felicidad. Si tenemos una pobre percepción de
nosotros mismos todo nos quedará “muy
grande”. Ante los retos nos encogemos porque no confiamos en superarlos, en las
relaciones de pareja pensamos que no estamos a la altura y tememos que nos
dejen (cuando no aparecen los terribles celos) y manifestamos en general una
actitud de miedo ante la vida. Y es que es
imposible ser feliz con una autoestima baja.
Lo importante es que es posible mejorar nuestro nivel de
autoestima. Y podemos hacerlo básicamente de dos formas: por un lado mediante
el cuestionamiento de las creencias disfuncionales que nos restan confianza y por
otro a través de pequeños actos de afrontamiento de nuestros temores. La
autoestima solamente mejora si cambias lo que piensas y lo que haces.
Durante el mes de agosto, en el curso de Autoestima e
Inteligencia Emocional trabajaremos las pautas para conseguir tener una
autoestima sana y reforzada.