En estos días he tenido la oportunidad de impartir formación al equipo de bomberos voluntarios de Santiago del Teide.
Estuvimos hablando sobre gestión de equipos de emergencia y la experiencia fue muy enriquecedora.
Tuve la oportunidad de conocerles, conocer su labor y trayectoria y sobre todo emocionarme al conocer la historia de una leyenda para el equipo: el joven Agustin Martel quien hace ya casi 30 años perdió la vida en acto de servicio.
Volví a casa maravillado por encontrar a personas voluntarias que arriesgan su vida, literalmente, por la seguridad de los demás.