22 sept 2019

El Falso Dilema: técnicas de argumentación.




Esta mañana he descubierto este cartel. Se corresponde con una campaña publicitaria de Cruz Roja y un claro ejemplo de la técnica denominada "Falso Dilema" que suele tener una gran utilidad para que el mensaje publicitario cale.

Esta técnica consiste en crear y difundir la idea de que ante una determinada situación o problema solo caben dos optativas: la otra (que suele ser mala) y la mía (que es la mejor).

En la política se suele dar de forma muy habitual. En las elecciones de 2016 se generó por parte del Partido Popular la idea ilusoria de que solo hoy había dos opciones: El PP que representaba la estabilidad del Estado o la izquierda populista que representaba Podemos.

Asimismo, Podemos utilizó esta misma técnica para presentar un escenario en el que solo se podían imaginar dos escenarios: la izquierda progresista o la política antigua y corrupta del PP.

Sí, esta técnica se puede utilizar en una multiplicidad de ejemplos y contextos.

Pese a que es una técnica fácilmente reconocible e identificable lo cierto es que en ocasiones resulta creíble si no nos paramos a pensar con detenimiento.

Analicemos el mensaje: ¿Dices o haces?

Lo que aparentemente se expone es que solo hay dos opciones, decir que ayudas o realmente ayudar. Así, los que verdaderamente ayudan son los que no hablan sino aquellos que toman acción (y, en este caso concreto, quienes se hacen socios de la Cruz Roja).

Parece además que no hay más opciones de ayuda sino haciéndose socio. De esta forma, se apela al malestar de la culpabilidad: "Yo digo que es importante ayudar pero realmente nunca me he hecho socio". Aparece así cierto grado de conflicto en mí.

Sin embargo este mensaje oculto que esconde la pregunta que se nos presenta se puede rebatir de diversas maneras.

- ¿Quién dice que solamente hay dos opciones? Justamente lo dice la parte interesada, esto es la publicidad de la Cruz Roja. Se me ocurre la opción de sensibilizar a los demás, ¿es decir o hacer?

- ¿Quién dice que DECIR no es una forma de HACER?

Hay muchas formas de "hacer diciendo".

Si conciencio a mi entorno ( a través del lenguaje, es decir, "diciendo") lo importante que es colaborar con los demás en cierta forma puedo afirmar que ya estoy "haciendo" (podríamos decir que haciendo proselitismo)

- Hay alternativas a DECIR o HACER.

Por ejemplo, si me estoy informando sobre las dificultades de cierto grupo de personas (ya sea por exclusión social, por enfermedad o cualquier otra causa) y estoy tomando conciencia o reflexionando sobre su causa y de esta forma autosensibilizándome también estoy haciendo algo ( y posiblemente poniendo más implicación que pagar mecánicamente una cuota de socio que pasan por el banco y me supone poco esfuerzo o debate mental)

- Se sobrevalora el HACER: no todos los actos, comportamientos o formas de hacer son igualmente valorables por el nivel de compromiso que exigen. Por ejemplo, puedo dar dinero a una ONG sin realmente importarme el problema que tratan de arreglar. Me puede interesar hacerme socio por los beneficios ante Hacienda o la imagen social (vulgarmente entendido como postureo) que pueda aportarme y sin más me olvido de ese problema al instante. Contrariamente puedo dedicar tiempo a pensar, reflexionar o buscar a personas que puedan ayudar mejor a esas personas sin hacerme necesariamente socio de la Cruz Roja.

En definitiva, la técnica "cuela" con facilidad y tenemos que estar alerta para no dar por buena la falacia.

Dicho esto, me parece importante ayudar a la Cruz Roja, ya sea diciendo o haciendo.







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