Querida Camila:
Tal vez una de las primeras
preguntas que nos hagas cuando tengas uso de razón será el orden de tus
apellidos: el de mamá primero y el de papá después.
Te lo explicaremos encantados y el
motivo habrá que buscarlo en un deseo casi darwiniano por salvar el apellido de
tu madre, en la “sonoridad y estética” y en el deseo de mandar a tomar por saco
a ciertos postulados del patriarcado.
El apellido de papá está a salvo
para las siguientes generaciones. No tienes más que ver el listín telefónico
para ver todos los hernandez que hay. Igualmente, solamente con tus primos
estará garantizado al menos una generación más.
No pasa lo mismo con el apellido de
mamá: Saglimbeni, sería una pena perderlo y nos gustaría preservar al menos una generación más las raíces
sicilianas de tus ancestros.
Pero claro, posiblemente estarás
pensando que cuando nos des un nieto el apellido volvería a peligrar porque tu
pareja pondría su apellido primero. ¡Qué te crees tú eso! Nunca subestimes el poder de tu padre. Lo tengo todo
previsto y te prometo que cuando nos presentes a tu pareja la primera condición
que le voy a poner para que ve pueda entrar a casa es que aparte de ser del
Real Madrid es que ponga su apellido detrás del tuyo a nuestro nieto. Y si no
ya encontraremos otra pareja aunque sea del Barcelona. Tú no te preocupes por
eso.
También es cuestión de estética y
de sonoridad. Si un día decides hacerte artista por lo menos el nombre ya lo
tienes: Camila Saglimbeni. ¿A que suena al mismo nivel que Jennifer López? Incluso
suena mejor que Riahnna, Madonna o Terelu Campos. Si fuera Camila Hernández
tampoco estaría mal pero tendría menos glamour y te costaría más debutar en
Broadway.
Y por supuesto es un gesto, una
patada en el culo al patriarcado que tanto tiempo ha imperado en la sociedad.
No podemos cambiar el mundo, pero al menos desde nuestro hogar en el barrio de
la Salud podemos hacer pequeños cambios en nuestro microentorno. Para que las
cosas cambien hay que hacer cambios en las cosas, es obvio. Y la inversión de
tus apellidos es una buena forma de empezar.
Pd: por favor, hija, no me
preguntes nunca quién es Terelu Campos.