Un día descubrí que me encantaría ser profesor y que tal vez esa sería mi profesión. Di clases particulares, de lengua e incluso durante un tiempo clases de salsa en la Asociación de Vecinos Las Palmitas. Y desde hace unos años tenía una ilusión especial: ser profesor universitario. Lo veía complicado pero a veces se trata de estar en el camino, trabajando y que si la suerte aparece por lo menos te sorprenda preparándote. Desde hace dos meses soy profesor de Recursos Humanos en el Grado de Turismo de la Escuela Universitaria Iriarte y me parece un auténtico privilegio. Y ahora que aparezco en la web en el listado de profesores no he dejado de acordarme de mi madre, que hoy hace cuatro años que no está. ¡Lo feliz que estaría ella también! Espero que desde donde esté me siga dando sus consejos: "Tú no te metas con nadie".
