David Moleiro Melíán es Licenciado en Psicología por
la Universidad de La Laguna (2003), ha realizado el Máster Sanitario de
Práctica Clínica, y se ha formado en Hipnosis Clínica y Mindfulness. Actualmente está , formándome en Terapia EMDR y en Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) a la vez que profundiza en la Hipnosis Clínica. Ha trabajado como educador de
menores, orientador laboral y en centros de reconocimientos médicos. Además es monitor de Taichi Chuan.
¿David, qué te ha impulsado a emprender?
En los últimos años iba creciendo
algo en mí que me decía que tenía que dedicarme a aquello a lo que había
estudiado, en mi caso a la Psicología Clínica. Tras varios intentos por sacar
las oposiciones para la especialidad (el PIR) y tras un largo periodo
desempleado, decidí que la mejor (o única) manera de dedicarme a lo mío era
montando mi consulta, con todo lo que ello implicaba: informarme, papeleo,
inversión de dinero, la inestabilidad que supone ser autónomo, etc. Me di
cuenta que no podía estar esperando a que alguno de los currículos entregados
me permitiera acceder a alguna entrevista y a un puesto de trabajo.
Se podría decir que fueron dos
los motivos: querer ejercer como psicólogo y no querer esperar más a que una
empresa me contratara.
Descríbenos el servicio que desarrollas.
Tengo una consulta de psicología
en Santa Cruz de Tenerife (Canarias), en ella ofrezco ayuda, apoyo u
orientación psicológicas a las personas que lo necesitan. Hago psicoterapia individual
a través de las distintas técnicas en las que me he formado, siempre con un
objetivo claro, aliviar el malestar y sufrimiento por el que están pasando las
personas que vienen a verme.
¿Quiénes son tus clientes
potenciales?
Desafortunadamente con la actual
situación de crisis que vivimos cualquier persona es un cliente potencial,
cualquier persona puede verse desbordado en algún momento de su vida y
necesitar ayuda psicológica. Porque la crisis no es solo económica, vivimos en
una crisis social, emocional, de valores humanos. Estamos en una sociedad y en
un momento histórico en el que más tecnología, más acceso a información y más
relaciones sociales tenemos. Pero a pesar de todo ello los sentimientos de
soledad, aislamiento y de vacío existencial están muy presentes en muchas
personas, y en muchas ocasiones llevan a distintos problemas psicológicos
(cuadros de ansiedad, depresión, etc.)
¿Qué obstáculos y dificultades
has encontrado a la hora de emprender?
En un principio saber responder a
la pregunta ¿por dónde empiezo?, ¿cuál es el primer paso que debo dar para
poner mi idea emprendedora en marcha? Hoy en día la información está disponible
en la red, pero saber qué información es la más adecuada resulta difícil. Por
otro lado es relativamente fácil conocer el qué
hacer, pero el cómo, es más
complicado.
Por otro lado, el estar haciendo
continuamente números para saber si sería capaz de iniciar esta aventura y
mantenerme el suficiente tiempo para que despegara y se mantuviera sola en el
aire.
Y sobre todo las dudas, la
incertidumbre, el no saber qué pasará, todos estos interrogantes hay que
saberlos gestionar a nivel emocional, cosa que no siempre es fácil.
Sirve de ayuda, entre otras
cosas, pensar en las ventajas de emprender.
¿Cuáles son a tu juicio las principales ventajas de ser emprendedor?
La autonomía, eres tu propio
jefe, con lo bueno y malo que ello implica. Eres el responsable de tomar las
decisiones y de responsabilizarte de sus consecuencias. En mi caso he estado
solo para decidir cómo montar mi consulta. Naturalmente he pedido asesoramiento
para los temas que se me escapan (los trámites en hacienda, el alta de autónomo,
el trámite de alquilar el local…) pero las decisiones eran mías, el dinero que
he invertido (y sigo invirtiendo) salen de mis ahorros, mi éxito o fracaso será
responsabilidad mía… y tener todo esto sobre los hombros generan presión,
genera preocupación, incertidumbre y vértigo.
Me he desviado en mi respuesta,
me preguntabas por las ventajas: ser mi jefe, decidir cómo trabajo, mis
horarios, mis honorarios (que no sueldo, ya que como autónomo no tengo un
sueldo fijo a final de mes, aunque los gastos sí son fijos…), tener la
satisfacción de elegir el trabajo que me gusta, para el que me he formado,
trabajar en ello y ganarme la vida en el futuro con lo que me gusta, ayudando a
las personas que me piden ayuda para superar sus problemas psicológicos.
Algunos de nuestros lectores
habrán contemplado en algún momento de su vida iniciar un proyecto emprendedor,
¿qué les dirías?
Divide y vencerás: olvídate de pretender comerte el mundo entero, esos es imposible, pero si eres
capaz de dividirlo en tantas partes, en tantas porciones de manera que te
puedas meter una a una en la boca, finalmente, después de tiempo y esfuerzo te
lo habrás comido. Has lo mismo con tu proyecto, divídelo en tantas partes de
manera que las puedas ir abordando y manipulando de manera asequible y adecuada,
al final lo habrás hecho.
Sé resiliente: ten claro
que será difícil (todo lo grande e importante requiere mucho esfuerzo y abordar
situaciones complejas, recuerda dividir), habrá momentos que serás la persona
más satisfecha e ilusionada del mundo y otros en los que dudarás, desconfiarás
y sentirás que has cometido el mayor error de tu vida, pero como todo en la
vida esas sensaciones son pasajeras y si eres capaz de recibir esos golpes,
encajarlos y recuperar tu forma, estarás siendo resiliente.
Confía: Saca el valor (o
la temeridad) suficiente para confiar en tu proyecto. Porque es
importante que tengas definido tu proyecto: siéntate delante de un papel (o de
muchos) y defínelo, descríbelo, saber qué quieres hacer, cómo hacerlo, con qué
recursos cuentas, cuáles necesitas y cómo conseguirlos, tener apoyos y si no
los tienes buscarlos, etc. Es un proceso de aprendizaje y crecimiento continuo.
Afortunadamente hoy en día a través de la red hay muchos recursos para obtener
información y conocer gente que te pueda orientar y ayudar. Una vez tengas tu
proyecto, confía en él, de la misma manera que un padre “debe” confiar en su
hijo cuando este se pone por primera vez en pie e intenta dar su primer paso.
Y si todavía las dudas que tienes
(porque es normal tenerlas) te frenan para ponerte en marcha, es bueno recordar
esta frase que a mí me funciona:
“Vale más hacer y
arrepentirse, que no hacer y arrepentirse”
A día de hoy, ¿cómo te sientes
tras haber emprendido?
Me sigo aplicando mis tres
consejos, sigo dividiendo las situaciones complejas que se me plantean para
poder “comérmelas”, respondiendo de manera resiliente a los “golpes” que recibo
e intento recordar continuamente que tengo un proyecto y unas habilidades
profesionales que merecen toda mi confianza.
No obstante, dadas las
características de mi trabajo (ayudar a personas que están pasando por
dificultades psicológicas y emocionales) tengo un desgaste emocional que debo gestionar
adecuadamente para que no me afecte demasiado, cosa que no siempre es sencillo,
pero son gajes del oficio.
Al igual que en una montaña rusa,
veces estoy arriba y veces abajo, pero ahí reside la diversión de esta
atracción.
Nº colegiado T-1799
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5176
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